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Français Consejos útiles para el mantenimiento de tu encimera
- Limpia la encimera con agua y detergente para platos. Para la suciedad, la mugre y los residuos de comida diarios, humedece una esponja o un trapo suave. Echa una cantidad pequeña de detergente para platos en la esponja y frótalo en la esponja para crear una espuma jabonosa. Limpia toda la encimera con la esponja.
Enjuaga el detergente de la encimera con una esponja húmeda. - Sécala con un trapo suave. Una vez que la encimera esté limpia, seca por completo la superficie. Esto evitará la formación de rayas y marcas de agua dura. También le da a la encimera un aspecto ligeramente brillante. Este método de limpieza de rutina es la mejor forma de darle mantenimiento la encimera.
- Limpia los derrames apenas ocurran. Si te encargas de los derrames líquidos tan pronto como ocurran, debes poder evitar la mayoría de las manchas y las marcas de agua dura. Encárgate de estos derrames utilizando agua jabonosa, enjuagando y secando la mancha.
- Utiliza un limpiador en espray a base de amoniaco para la suciedad persistente. Muchos de los limpiadores de cocina multiusos. Consulta la etiqueta para asegurarte de que el limpiador contenga este material. Rocía la encimera con el limpiador, enjuágala con un trapo húmedo y sécala con un trapo suave.
No utilices limpiadores de ventanas o vidrios en las encimeras. Aunque muchos de estos limpiadores contienen amoniaco, dejarán manchas en la encimera de Corian.
Si prefieres evitar los limpiadores químicos, puedes explorar opciones de limpieza de origen vegetal. Muchas líneas de limpieza natural ofrecen productos formulados de forma específica para limpiar las encimeras de granito, cuarzo y Corian. - Desinfecta la encimera con una solución a base de lejía. Es una buena idea desinfectar la encimera de la cocina al menos una vez (y posiblemente dos veces) por semana. Esto evita la propagación de las bacterias. Prepara una mezcla diluida de lejía y agua mezclando 1 cucharada de lejía con 4 litros (1 galón) de agua. Moja un trapo con la solución y frótalo sobre toda la superficie utilizando movimientos circulares pequeños.
Asegúrate de proteger los ojos y la piel de la lejía mientras limpias. Ponte un par de guantes de goma mientras realizas la desinfección.
Si prefieres evitar la lejía, utiliza espráis y toallitas desinfectantes naturales. - Deja reposar la solución desinfectante al menos por 2 minutos o sécala con el aire. Dale tiempo a la solución para hacer su trabajo de desinfección. Para una desinfección máxima, es mejor dejar que la solución se seque con el aire en la encimera. Si lo prefieres, puedes esperar unos minutos y luego utilizar un trapo suave para secar la encimera.
- Pule la encimera de Corian brillante utilizando un pulidor de encimeras. Las encimeras de Corian vienen con acabados mate, semibrillante y brillante. Aunque ninguna encimera de Corian emite el mismo aspecto brillante del granito, puedes pulir y realzar su aspecto con acabados brillantes. Rocía el pulidor y pule con un paño seco y suave.
- Coloca salvamanteles, manoplas o toallas gruesas debajo de las ollas y las sartenes calientes. Ten cuidado de proteger el Corian del calor, puesto que es una encimera relativamente sensible al calor. Nunca traslades ollas o sartenes directo de la estufa o el horno a la encimera. Utiliza amortiguadores de calor debajo de cualquiera de dichos artículos.
También asegúrate de colocar amortiguadores debajo de las ollas de cocción lenta. Imagen titulada Maintain a Corian Countertop Step 9 - Coloca salvamanteles debajo de las tostadoras y los hornos tostadores. Algunas tostadoras y hornos pequeños tienen superficies externas que pueden calentarse mucho. Estos electrodomésticos generadores de calor pueden dañar la encimera poco a poco si se dejan directo en la superficie del material. Los salvamanteles están disponibles en todas las formas y tamaños, así que debes poder encontrar los que quepan debajo de estos aparatos.
- No cortes directo en la encimera de Corian. Los cuchillos dejan marcas en las encimeras de Corian. Aunque por lo general estos rasguños pueden repararse, es mejor evitar hacerlos. Utiliza una tabla de cortar cada vez que necesites picar o cortar algo.
- No utilices estropajos o lana de acero en la encimera. Las herramientas de limpieza abrasivas dejan opacas las superficies de las encimeras de Corian. Esto hace que el color se vea desteñido, sobre todo si la encimera tiene un acabado brillante. Aunque es probable que estos artículos no rayen el material, es mejor evitarlos.
- Evita dejar caer ollas pesadas en la encimera. El Corian es ligeramente menos duradero que el granito o el cuarzo, así que es más propenso a las abolladuras. Si dejas caer algo pesado en la superficie, puedes dañarla un poco. Sé precavido al momento de trasladar y levantar estos artículos.
- Evita los derrames de decapante y limpiador de hornos. Si la encimera de Corian experimenta una exposición prolongada a dichos limpiadores químicos fuertes, puede dañarse. Si ocurre un derrame, lava de inmediato la mancha con agua jabonosa y una esponja húmeda. Luego, enjuaga y seca la zona.
- También evita los limpiadores de drenaje ácidos, los quitaesmaltes de acetona y cualquier limpiador que incluya cloruro de metileno. Si derramas esmalte de uñas en la encimera, límpialo con un quitaesmalte sin acetona.
- Elimina las marcas de agua dura con un limpiador especializado. Las manchas de agua dura se verán como un residuo blanco como la tiza en la superficie de la encimera. Existen varios limpiadores específicos para eliminar este tipo de marcas. Rocía la solución que elijas en la mancha, déjala reposar por 1 o 2 minutos, luego enjuaga y seca la zona.
- Quita las manchas de agua dura de forma natural con jugo de limón o vinagre. Existen algunas soluciones naturales que pueden sustituir a los limpiadores químicos. Rocía jugo de limón en la mancha y déjalo actuar por 10 minutos, luego enjuaga y seca la zona. Además, trata de limpiar la zona con una mezcla de mitad agua y mitad vinagre blanco destilado. Enjuaga y seca la encimera después de limpiar con esta solución.
- Elimina las marcas y los rasguños finos con un limpiador abrasivo suave. Vierte una cantidad pequeña de limpiador abrasivo líquido y suave en una esponja húmeda. Limpia la zona dañada con el limpiador con movimientos circulares pequeños, yendo de adelante hacia atrás y de un lado a otro. Limpia toda la zona y luego enjuágala bien con agua tibia. Sécala con un trapo suave y verifica si el daño ha desaparecido. Esto también debe encargarse de la mayoría de las manchas.
Podría ser necesario repetir este proceso varias veces antes de eliminar la mancha. Aplica más presión con la esponja la segunda y la tercera vez. - Elimina los rasguños de forma natural con vinagre y bicarbonato. Para crear un limpiador abrasivo natural, mezcla vinagre blanco destilado con bicarbonato y limpia la encimera de la misma forma que lo harías con un limpiador químico. Añade suficiente bicarbonato de modo que la mezcla sea más una pasta que un líquido. Sin embargo, no utilices esta solución como una alternativa a limpiar la encimera con agua y jabón.
- Elimina los rasguños más profundos con un kit de almohadillas abrasivas. La compañía DuPont recomienda utilizar kits de almohadillas de lijado de micromalla en las encimeras de Corian, que incluyen varias opciones de “granos” distintos que te permiten pasar poco a poco de las opciones de grano bajo a las de grano alto, según la gravedad del rasguño.
Asegúrate de que la zona esté bien lavada antes de empezar a lijar. Deja la superficie húmeda durante el lijado. Repite el proceso de limpieza una vez que hayas terminado de lijar.
Empieza con la almohadilla 1500 AO de color durazno. Luego, prueba la almohadilla 4000 AO azul y por último la opción 12000 AO de color gris. Frota ligeramente la almohadilla sobre el rasguño en un movimiento de una sola línea, en vez de un círculo. Cambia la dirección unos 90° de forma periódica, de modo que hagas una caja con los movimientos de lijado. Enjuaga y seca la almohadilla si se acumulan muchos residuos. Evita presionar mucho, ya que esto puede provocar una abolladura o un rasguño más profundo.